Resumen
¿Es científicamente demostrable la existencia de Dios? La respuesta es sencilla: “No, porque de ser demostrable, ya no sería Dios”. Sin embargo, las cosas son algo más complicadas. ¿De qué estamos hablando cuando de- cimos Dios? ¿Del Dios de los teólogos, o sea, del Dios que sale al encuentro de la humanidad en la historia de Israel y de Jesucristo, y que solamente podemos acoger en la fe? ¿O tal vez del Dios de los filósofos, esto es, de un motor inmóvil, una causa incausada, el creador atemporal, aespacial e inmaterial del tiempo, el espacio y la materia? La palabra Dios es equívoca porque con ella aludimos a significados distintos.