Resumen
A mediados del siglo pasado hubo una controversia teológica sobre el significado de la fórmula “in unitate Spiritus Sancti” de la doxología final del canon romano, entre el jesuita austríaco Jungmann y el benedictino francés Botte, ambos destacados liturgistas. El jesuita la considera cristológica y, apelando a la tradición, la equipara al “in sancta Ecclesia tua” de san Hipólito. El benedictino también investigó la tradición, y sostiene que no es cristológica sino trinitaria, y que alude a la unidad del Padre y el Hijo en el Espíritu Santo. La controversia no parece haberse resuelto en aquel tiempo. Este artículo profundiza en el tema y propone un planteamiento cristológico/trinitario, que puede enriquecer la vida cristiana. El tema no deja de tener su importancia y actualidad teológica, aun en el ámbito social latinoamericano y en la necesidad de transformarlo. Es la esperanza que con las precisiones aportadas los celebrantes de la misa, sacerdotes y laicos, revisen el sentido que le dan a esta fórmula, que quienes luchan por la justicia en América Latina encuentren una inspiración, y que la vivencia de la Trinidad alcance una mayor plenitud entre los fieles cristianos.